Es importante tener claro el
proceso que hay que seguir para realizar una tasación, pues como comentábamos,
de ésta dependerá en gran medida el valor que obtengamos de la vivienda.
- Lo primero que hay que hacer,
pues, es ponerse en contacto con una empresa especializada en la tasación de
inmuebles, ya sea a través de internet o en sus oficinas directamente. Además
de la forma convencional, tiene la opción de realizar una tasación online gratuita. Este método consiste en introducir en un
formulario una serie de datos, y el programa le presentará una tasación orientativa.
Es conveniente tener en cuenta
que es algo aproximado y que no carece de ningún reconocimiento legal a la hora
de conceder una hipoteca o algún préstamo. Aunque la tasación online aporta una visión global en tiempo real, no tiene valor
como tal.
Para hacer una tasación
considerada clásica, como decíamos, hay que acudir a expertos que pedirán una
serie de documentos de la vivienda, como los planos, la escritura de la
propiedad, certificados de la empresa promotora o constructora, etc.
- Un tasador, arquitecto o
profesional cualificado para ello acudirá a la vivienda para evaluar tanto su
ubicación como otros parámetros importantes, y lo hará de manera confidencial.
Esta visita es obligatoria por ley, por lo que no puede ser negada.
Durante esta visita, el experto
tomará fotografías del interior y del exterior y verificará el estado del
inmueble, y una vez tenga todos los datos redactará el informe definitivo.
- Una vez la sociedad de tasación
valide dicho documento incluyendo un sello de garantía junto a la firma del
tasador autorizado, la tasación será oficial. Al tener todo este proceso hecho
y disponer del informe oficial definitivo, como propietarios debemos conservar
el original siempre. En caso de arrendamiento del inmueble, por ejemplo, será
necesario adjuntar junto al contrato de alquiler una copia de este documento,
pero nunca el original.