En España es obligatorio disponer
de un
certificado energético desde el 1 de junio de 2013 si se desea alquilar o
vender cualquier local o vivienda. Esta normativa proviene de una Directiva
Europea, y en nuestro país está regulada por el Real Decreto 235/2013. La
persona que debe encargarse de conseguir este certificado es el propietario del
inmueble, y tiene que cumplir una serie de procedimientos para conseguirlo. Una
vez ha adquirido la conocida como etiqueta energética, el propietario deberá
incluirla en el anuncio de venta/compra, sea por el medio que sea.
En el momento en que un
propietario venda un bien inmueble, tiene como obligación entregar a los
compradores el certificado energético, además que tiene que estar incluido
dentro del mismo contrato de compraventa. En caso de un alquiler, el
arrendatario deberá enseñar y entregar una copia a los inquilinos. Si, por
alguna razón, no lo hace, puede ser sancionado con multas de entre los 300 y
los 600 euros.